domingo, 5 de diciembre de 2010

De vuelta a la Laguna Negra

Tras la primera toma de contacto con la Laguna Negra volvimos en busca de los fondos necesarios para financiar nuestra investigación así como del resto de nuestros pertrechos. En relación con estos últimos, ahora que sabemos cómo es la Laguna Negra, garantizamos alojamiento a cambio de recursos para la supervivencia.

Lista provisional:
Tomate Orlando
Aceite de oliva
Legumbres
Sal gorda
Jamón serrano (y otros embutidos)
Gel de ducha de litro (La Toja para Raziel, Revlon o NB para Nuria)

El viaje de vuelta al refugio comenzó el 1 de diciembre a las 4:30 am. Siguió una hora y media de incómodo silencio, únicamente truncado por cierta emisora de radio con pinceladas fachas. A continuación ofrecimos entre plegarias nuestro equipaje a la diosa fortuna Iberia. En Madrid matamos las cuatro horas de espera durmiendo en bancos de cafetería, culturizándonos con El jueves e ingiriendo un segundo desayuno Hobbit a base de bollería industrial. Por fin en la Laguna Negra vimos con estupor que estaba cubierta por un manto de nieve*, a consecuencia de lo cual el transporte local tenía serias dificultades en el desplazamiento; tantas que no pudo llegar a su destino y tuvimos que arrastrar durante media hora** nuestro equipaje sobre aceras resbaladizas de hielo. Pero tras 14 horas, aquí estábamos otra vez, en el refugio. Y cuál fue nuestra sorpresa al comprobar que los Italorrumanos no eran una especie nómada.

Tras una noche de descanso nos dispusimos a la búsqueda de un lugar donde asentar nuestro centro de investigaciones definitivo. Habiendo delimitado ya la Laguna Negra por zonas no nos fue difícil comenzar la búsqueda. Lo que si fue difícil fue conseguir que los nativos nos enseñaran los posibles lugares de asentamiento del centro de investigación, ya que unos no aparecían, otros se perdían y otros no querían.
Entre los candidatos a centro de investigaciones observamos construcciones extrañas como puertas de salón a pie de calle (con 20 cm de nieve*), bajos sin intimidad, casas liliputienses…
Finalmente creemos haber encontrado un sitio donde instalarnos, pero aún debemos fumar la pipa de la concordia con el jefe de la tribu que lo habita y sobornarle, por supuesto.

*Modo Raziel: sustitúyase la palabra nieve por “mierda blanca”.
** Recordemos que el tiempo pasa de forma diferente aquí en la Laguna Negra.

1 comentario:

Elisa dijo...

No se si en esta foto me parece más raro el tamaño de la puerta o verte con abrigo ;)
La verdad es que yo no había buscado piso hasta ahora, y te encuentras cosas de lo más extrañas. Por mi experiencia evitar todo lo calificado como "atípico" que puede sonar como original, pero en realidad significa que se han sacado un piso de la manga (el cuarto de las escobas, un antro sin ventanas, el water en el salón...)
Y con la lista de la compra yo encuentro jamón en el LIDL (no sé si tenéis allí) pero lo que no tienen en este país es EL MILAGRO ANTIGRASA!! Cómo han podido sobrevivir sin lavar miles de platos y una paellera gigante con una sóla gota del líquido milagroso? Y se supone que esto es la europa avanzada? En fin, mucha suerte en la búsqueda de refugio y enhorabuena por el estilo, muy divertido ;) Bss